Tan sólo debemos seleccionar aquel que más nos guste y agujerear la tapa de tal manera que podamos insertar el cabezal dispensador para disfrutar de un original y económico jabonero.
Pero quitando el jabonero que hizo tercero y que se paró demasiado, todos pudieron haber encontrado otro destino en el tercio de muerte y haber lucido más en la muleta.