Cuenta la leyenda que este personaje se le apareció a un empleado de la fábrica, lo que provocó que el asustado hombre tirara su cigarro encendido y quemara la jabonera.
En los baños de algunas habitaciones y áreas comunes también observaron jaboneras de lavamanos rotas, excusados manchados y con tapas rotas, mohosidad en lavamanos, piso de duchas y espejos.