Muchas mujeres consideran que los hombres con muchos atributos positivos - intelectualmente brillantes, honestos, decididos, etc. - son inabordables y sobrehumanos.
Esa locura nos habilita para entrar en contacto con los aspectos más genuinos, inabordables, despojados, salvajes, impresentables, sangrantes de nuestro ser femenino.
Están condenados, además, a tener muy difícil su emancipación por el inabordable precio de las viviendas y la restricción de los créditos e hipotecas...