Mediante la prohibición a cualquier participación en actividades políticas, la ley creó un ambiente de neutralidad e imparcialidad al interior del servicio civil.
Todos los que escribieron sobre los hechos creyeron haber relatado su curso con imparcialidad pero, en general, sólo sostuvieron teorías contradictorias de peculiar simpleza.
Ese es un lugar común interesante que se ha desterrado: la objetividad, la imparcialidad de los que aparecen en los medios cuestionando las medidas oficiales.