En mi mochila, además de mis cartuchos llevaba siempre un talismán: una piedra negra, que muy pocos mitayeros encontramos en las tripas de las huanganas.
En aquel lugar tuvieron contacto con algunas canoas conducidas por indígenas amigables, que les ofrecieron carne de simios, huangana (un tipo de cerdo de la selva), tortuga y pescado asado.