Los hechos parecen confirmar esta explicación, porque si se salva la barrera hepática administrando la digitalina por la vía hipodérmica, los efectos no se hacen esperar.
Sin embargo, también se presentan en personas sin antecedentes patológicos con trauma mínimo abierto o trauma por contusión, después de inyecciones hipodérmicas o aún después de operaciones limpias.