Si una porción del intestino queda atrapada en el escroto, el suministro de sangre puede resultar interrumpido y dicha porción de intestino puede volverse gangrenosa.
En la piel provoca graves alteraciones vasculares, con áreas de vasoconstricción y otras de hemorragia, que llevan rápidamente a la isquemia local y a la constitución de una placa gangrenosa.
El médico que lo hizo tuvo que pagarle 15 millones de indemnización, por todo el pus que le tuvieron que drenar, y la carte gangrenosa que hubo que cortar.