Armado del referido metacriterio exigirá al falsacionismo que defina sus instancias falseadoras; es decir: demanda al falsacionismo popperiano que enuncie las instancias empíricas falsadoras de su teoría.
Esa pasividad de los abogados explica, mejor que ninguna otra cosa, que ciertos policías falseadores y falaces prosperen sin ser expedientados y sancionados disciplinariamente, ni enjuiciados por faltas o delitos.