Cultivan el periodismo informativo, centrado en los hechos, en contraposición al discurso proselitista y doctrinario del periodismo ideológico o de opinión de entonces.
De este modo, sus representantes adquirían más poder de comando ante los espiritas ignorantes y cometían irreparables estragos al programa doctrinario.
El radicalismo pues, se había escindido en dos bandos y actuaba en el escenario un tercer sector liberal de militares muy ambiciosos y nada doctrinarios.