Siendo espectaculares y a veces devastadoras, las erupciones volcánicas representan una fracción muy pequeña de la energía térmica que mueve la geotectónica terrestre.
La mayor complicación ocurre en las fracturas vertebrales, muñeca, humero, costillas y las fracturas de cuello de fémur, que son las que traen consecuencias más devastadoras, incluso el óbito.