Por otro lado los métodos culinarios preferidos por la tecnología alimentaria, electricidad y microondas han transformado la calidad de los alimentos, desvitálizando los, descomponiendo las moléculas alimenticias creando energías caóticas.
No, si bien es cierto en décadas pasadas se utilizaban algunos cáusticos como el arsénico para desvitalizar o matar el nervio, la realidad de hoy es bien diferente.
Si no ha habido fecundación se produce la muerte funcional del cuerpo lúteo y la mucosa uterina se desvitaliza por falta de estímulos hormonales adecuados.
Por eso, después de ser ingeridos, debilitan, desvitalizan y degradan nuestro cuerpo y nuestros tejidos, congestionando y saturando los órganos vitales y el medio interno.