No es noticia que algunos medios independientes burgueses, disfrazados de progres, hagan su tarea desorganizadora, siembren rentablemente palabrería desorientadora, desalentadora... desmoralizante.
Él cruza los límites impuestos por una realidad social desalentadora, que indica que son pocos los adolescentes de bajos recursos que siguen una carrera universitaria.
Un discurso optimista y emotivo que, lejos de fustigarse con la incierta y desalentadora situación actual, se centró en dibujar un futuro más halagüeño.