Las contraindicaciones básicamente serían médicas, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares, metabólicas, psiquiátricas y las anestésicas que arriesguen la vida del paciente.
Eso sí, todos los excesos son perjudiciales, por lo que su consumo debe ser moderado para evitar que las contraindicaciones comiencen a hacer su aparición.