Asimismo, en una versión todavía más sofisticada, existirán colmenas enteras cuidadosamente programadas para, a través del algoritmo correcto, polinizar campos específicos.
Las abejas obreras segregan cera, construyen el panal, recogen néctar, polen, agua, transforman el néctar en miel, limpian, ventilan la colmena y son guardianas.