Aristóteles simplificó esta concepción ternaria y contrapuso la capacidad intelectual o cognoscitiva a la urética o apetitiva, que abarcaba a la vez emoción y voluntad.
Rigpa, consciente, primordial, pura, es al mismo tiempo inteligente, cognoscitiva, radiante y siempre despierta... se podría decir que es el conocimiento del propio conocimiento.
Cinco pertenecen a la dimensión cognoscitiva del consejo (memoria, inteligencia, docilidad, sagacidad y razonamiento) y tres a su dimensión directiva (previsión, circunspección y precaución).
Si bien las funciones intelectuales básicas se consideran clásicamente indemnes en la esquizofrenia, es frecuente que se encuentren indicadores de disfunción cognoscitiva.
Cattiaux consideraba un paso necesario introducirse en los mundos ocultos, acaso vedados definitivamente, que se nos presentan como fronteras no-traspasables para nuestra capacidad cognoscitiva.