Es una definiciòn chapucera y chambona, dado que la gran mayorìa de chistes perforan un caminito ru tinario, mec ànico, maquinal y costumbrista de las neuronas para pensar algo.
Una de mis maestras de matemáticas en el colegio me acusaba de copiar las tareas porque mi letra era muy chambona, me trataba como si fuera un haragán.
Como también cuenta e interesa quien lo hace suyo, mejor dicho, quien lo expropió y pone en práctica en estos tiempos de revolución chambona, ilegítima, anacrónica y desplomándose.