En la década de los años 50 y 60 ya existían los teléfonos móviles inalámbricos, pero eran radioteléfonos, sólo funcionaban en un auto, eran carísimos y tenían muy poco alcance.
Sino a la posibilidad de comprar cantidades ingentes de comida a unos precios muy inferiores a lo que es habitual en los carísimos supermercados tokiotas.