Las piedras opacas suelen pulirse en forma de cabujón, (simple, doble o de base cóncava); mientras que las transparentes se facetan en brillante, roseta o tabla.
El collar, montado en oro, está formado por una cadena compuesta por eslabones de gruesos rubíes en cabujón, rodeados de brillantes y una hilera de rubíes más pequeños.
Las grandes superficies de estos objetos fueron con incrustaciones de piedras preciosas cortadas en cabujón y decorado con filigrana de granulación fina, grabados y técnicas de esmaltado conocida como cloisonné.