Amistades peculiares, llenas de fanfarronadas, retos, bravuconadas, pequeñas rencillas y traiciones, perrerías varias y gestos para marcar territorio, pero sinceras en el fondo.
Mejor gobernar pensando en las bravuconadas de algún alcalde díscolo, los disparates de cualquier periódico local, que provocan las risas de todo el sector.