Hay profesiones en las que uno se mete sabiendo bien los peligros que asume: los mineros, los artificieros, los cazadores de cocodrilos o los árbitros de fútbol.
Los siete de la furgoneta y sus compañeros de turno cortaron la circulación, acordonaron la zona y desalojaron los edificios cercanos mientras esperaban la llegada de los artificieros.
Si piensas que todo es producto de un complot deberías empezar a concretar cuántas personas estuvieron involucradas entre policías, políticos, jueces, artificieros, funcionarios intermedios...