Cubetas y cuerdas y palos, casi como un proceso análogo a lo que hacen los científicos en una extracción arqueológica, cuadriculaban los parqueos en fragmentos de 3 por 2 metros.
Desgraciadamente quedaron poquísimos restos humanos, dado que los guaqueros, es decir, los campesinos que buscaban oro, los destruyeron durante los siglos precedentes sin comprender su importancia arqueológica.
El pobre libro está totalmente carcomido con adhesivo transparente sosteniendo sus páginas por todas partes, exactamente como una ruina arqueológica sujeta mediante andamios.