Pero eso no quiere decir que yo sea realmente antifeminista; prefiero mil veces a una mujer inteligente, que trabaja, que una ama de casa sumisa y empalagosa.
Antes que todo, jamás reprobaría o calificaría de antifeminista a un personaje por ser esposa, madre o ama de casa, tres labores arduas, ingratas y poco reconocidas.
Un comentarista antifeminista se referirá a las mujeres y a los gatos como seres carentes de espíritu de equipo; y un antimachista verá a hombres y perros como gángsters.