En compañía de una oreja era el minotauro retozón, un felino regurgitando, alguien que escupía diamantes, al estilo martiano, y les permitía restaurar la capa de ozono.
Consigue sobrevivir cual nuevo minotauro en el implacable dédalo que le observa durante nueve años enteros, esperando impertérrito cualquier error para acabar con su vida.