Las numerosas combinaciones minerales permiten una enorme cantidad de variedades, a menudo tan sólo locales; especialmente importante es la sienita nefélica; a las rocas ígneas pertenece el basalto nefélico.
En estas rocas hay mucha variación local entre los límites de las sobresaturadas e infrasaturadas, y los tipos pueden considerarse como en transición hacia el grupo de sienitas alcalinas.