Los jabones blandos son jabones semifluidos que se producen con aceite de lino, aceite de semilla de algodón y aceite de pescado, los cuales se saponifican con hidróxido de potasio.
Los jabones duros se fabrican con aceites y grasas que contienen un elevado porcentaje de ácidos saturados, que se saponifican con el hidróxido de sodio.
Sin la reposición de los ácidos biliares en el intestino, la grasa dietética no puede ser saponificada satisfactoriamente, haciendo ineficiente la actividad enzimática.