Sé que sois hoces del cielo, que dais cuenta, como segadoras incansables, de las mieses invisibles y cosecháis el trigo azul que será el pan de los poetas.
Allí el resto del equipo cubría las secciones donde, incansables, hundían las picoletas, sacaban carretillas de tierra que luego filtraban con los jibes, medían, anotaban, limpiaban, hallaban...
Y abajo, la banda de escoceses, con muchachas escocesas que bailan, con una bastonera escocesa que paraliza las gargantas incansables de allá enfrente...
A base de tirar piedras, los tres niños mataban el aburrimiento mientras abajo, un general de pañuelo rojo capitaneaba a un miniejército de incansables soldados.