Y no deja de ser vergonzante: las mismas prebendas las tenían anteriores gobernantes y servían únicamente de chascarrillo en tertulias y correos electrónicos.
Que todos - gobernantes, políticos, jurisperitos, líderes de opinión, periodistas - hagamos un alto en el camino y optemos por gestionar de manera más sosegada el planteamiento y solución de los problemas.