En lugar de utilizar una matriz fotográfica las máquinas de fotocomposición digitales almacenan los caracteres en forma de datos capaces de dirigir un proceso electrónico de generación de los caracteres.
Subimos por el ascensor y nos encontramos en una casa o, mejor dicho, un santuario, con fotos divinas de toreros, macarenas, unas fotocomposiciones con colores vivos y chillones.
Aunque esto no puede desenmascarar un mentiroso descarado, puede ser un buen intento para no difundir imágenes sin verificar ó develar algún habilidoso de la fotocomposición.