Toda vez que, para erradicar la bribonada (y el delito), no solamente basta con promover en lugares públicos la colocación de distintivos como calcas y botones con lemas anticorrupción...
De modo que, al final, tras un año de noviazgo de puras peleas, incumplimientos de palabra, bribonadas y traiciones, decidí dejar la a la primera oportunidad.