Son tristemente legendarios los desplantes de ordinariez y los abusos que ese personaje perpetraba contra sus empleados, junto con un discrecional y veleidoso paternalismo.
A esto también puede presentarse argumentos contrarios: muchos delitos tienen lugar entre iguales; los abusos en el proceso compensatorio no son tan probables.
Puede haber habido graves abusos, puede haber sido falseada la opinión pública; pero estos abusos todavía pueden tener remedio si se hacen valer oportunamente al revisarse las credenciales.