Y sigue una larga lista de materias para las que supuestamente sirve la frenología: autoconocimiento, autologros, educación, relaciones humanas, recursos humanos, aplicación de la ley...
Es casi como hablar de un prestigioso médico que se especializa en frenología, o de un reconocido matemático que hizo importantes descubrimientos de astrología.
Algo falla si cogemos a cuatro delincuentes al azar, vemos que sus cráneos tienen formas similares y automáticamente la frenología se considera una ciencia.