Esa guerra está repleta de mitos y leyendas tanto de los historiadores antiguos como de los siuticos modernos, esos colijuntos que se hacen llamar historiógrafos.
La estación está repleta de signos: símbolos e indicios que cachetean la alienación cotidiana y obligan, por lo menos, a una mínima pero activa intervención.
La puerta, que se encuentra en el lado norte es otro de los valores de la iglesia, con una arquivolta repleta de figuración animalística y escenas iconográficas bastante estropeadas.