Si subordinamos este potencial simbólico al poderío desembridado de la tecnociencia, cometeremos un formidable error, y estaremos colaborando en lo que no sería exagerado llamar antropocidio.
Sin embargo, velocidad y poderío suelen ser conceptos a menudo coordinados (incluso yuxtapuestos), aunque todo tiene un límite que no debería ser rebasado.