Daños estructurales a las residencias, las viviendas de escasos recursos son totalmente destruidas, daños considerables a la vegetación y destrucción de vallas anunciadoras.
Esperemos a ver si las religiosas teresianas, que no sólo regentan el colegio fundado en 1954 sino otros proyectos educativos para niños y niñas de escasos recursos, digan algo.