Así no era extraño que los estudiantes saliesen de las aulas con poca substancia en el meollo, pero may cargados de ergotismo y muy pedantes de lengua.
El abuso de este medicamento puede inducir un vasoespasmo de las arterias de las piernas, o del cerebro, denominado ergotismo, llegando, incluso, a producir infartos cerebrales.