Ninguno de los divorciados tendrá derecho a invocar la calidad de cónyuges sobreviviente para heredar abintestato en la sucesión del otro, ni a reclamar porción conyugal.
Las radioemisoras transmitieron todo el día relatos inspiradores de las vidas de los fallecidos, testimonios de las madres dolidas y los elogios de los cónyuges.
En un buen ambiente familiar ha de haber un diálogo fluido entre los cónyuges, evitando los enfados y resolviendo con buena voluntad las naturales diferencias.