Acorde a su convicción, los autores expresan un profundo escepticismo frente a cualquier aspiración de establecer una teoría general ahistórica de las ciencias sociales.
Por ejemplo, en carreras de ciencias, como medicina, en vez de tener pediatras en el futuro se necesitará ser geriatra (cuidado especial para atender ancianos).
Buena parte del azoramiento actual proviene de la incongruencia entre la perfección de nuestras ideas sobre los fenómenos físicos y el retraso escandaloso de las ciencias morales.