Es verdad que en el cine se persigue una cierta espectacularidad, que para mí a veces es contraproducente, contradictoria, con lo que se quiere contar.
En realidad, la colimación láser no mejora la calidad de centrado óptico que logra un aficionado con cierta práctica siguiendo las instrucciones clásicas.
Es lo que dice la gente dolor que corre y como no produce habitualmente alteraciones articulares permanentes se le atribuye erróneamente cierta benignidad.