Los supuestos santos emplean un lenguaje melifluo, cargado de falsa bondad, con el cual pretenden engañar a los participantes ingenuos de las sesiones.
No los convencen esos mensajes melifluos por la televisión de las empresas nacionalizadas que aumentaron su producción 1.500 %, ellos sólo entienden de contratos, conquistas, beneficios.