Para asegurar sus necesidades de alimento, cuero, huesos, etc., el hombre primitivo cazador debía seguir en sus migraciones a los grandes rebaños de bóvidos, cérvidos y otros animales.
Lo que resulta más impresionante: sobre estos pilares había imágenes talladas; entre ellas había jabalíes, gacelas, bóvidos salvajes, zorros, serpientes y pájaros.
También son vectores en la transmisión de epizootias, como por ejemplo la mosca tse-tsé que propaga, por picadura, la enfermedad del sueño entre los bóvidos y el hombre.
Con la denominación genérica de carne se comprende la parte comestible de los músculos de los bóvidos, óvidos, súidos, cápridos, équidos y camélidos sanos, sacrificados en condiciones higiénicas.
Gente que decepcionada por el juego de los bóvidos y empapada por el diluvión cortito pero intenso que cayó, recuerdo poco, muy poco, poquísimo grato tuvo de la función.