Para evitar enfurruñamientos, enfados o lágrimas, la rutina nocturna debe desempeñar un papel primordial y establecer una hora de acostarse fija será aún más eficaz.
A los primeros signos de hipotensión ortostática (mareo, debilidad), el paciente deberá sentarse o acostarse hasta que los síntomas hayan desaparecido.