Independientemente de la tisis, se sospechaba que el paciente sufría un aneurisma de la aorta; pero, sobre este punto, los síntomas de osificación hacían imposible una diagnosis exacta.
También hizo énfasis en la complicación tisis pulmonar, más frecuente en diabéticos, siendo menor su número en aquellos que mantienen buen control de su enfermedad.