La zona contemporánea transitada por todas las tendencias, los recuerdos, las posibilidades; transcendente y aparencial a la vez, voluntariamente sincrética en su multicronía.
Ahora bien, al hallarse los accidentes en la sustancia, ésta será lo permanente frente a lo variable; lo inteligible y numénico, frente e lo aparencial y fenoménico.
Estos nos ponen en contacto con el carácter aparencial de las cosas, mientras que la razón nos permite descubrirlo esencial, es decir, la auténtica naturaleza de las cosas.