Los granulocitos se desarrollan a partir de células productoras de sangre llamadas mieloblastos hasta convertirse en células maduras que combaten las infecciones.
La idea de los expertos es bloquear el proceso de proliferación descontrolada y autorreplicación que adquieren las células maduras después de revertir al estado troncal.
Sembrar las sámaras en otoño, cuando las semillas están maduras, o sea, han pasado de verde a tostado, enterrándolas ligeramente sin separar las del ala.