Los conservadores rechazan, por lo general, las medidas socializantes y dirigistas cuando del terreno industrial se trata, postura ésta a la que se suma el liberal.
La crisis económica que experimentó el capitalismo mundial obligó a reconsiderar este enfoque y transitar a un modelo mucho más dirigista del desarrollo científico técnico.
A los latinoamericanos se les han planteado, sucesivamente, modelos económicos dirigistas, arbitrados, en definitiva, por quienes los dirigen; y modelos económicos de mercado, arbitrados, en definitiva, por las grandes corporaciones.
Por desgracia, socialistas y nacionalistas, al fin y al cabo tan colectivistas y dirigistas los unos como los otros, hacen en este caso causa común liberticida.