Ante esta situación, el sector de la oftalmología presenta soluciones como las monturas flexibles o de policarbonato que, por ejemplo, resisten perfectamente el impacto de un balonazo.
Las viejas están en jardín, reemplazando al máximo nivel a los platos de plástico quemado por el sol y cerámica quebrada a balonazos que quedan bajo algunas macetas.