Pero nuestros psicoanalistas insisten: ese objeto indiferente, es la sustancia del objeto, comed de mi cuerpo, bebed de mi sangre, (la evocación profanadora es de la pluma de ellos).
Desafortunadamente el yacimiento no ha sido restaurado y muchas pirámides desaparecieron cuando huaqueros (ladrones y profanadores de tumbas) hollaron sus profundidades en busca de posibles tesoros.