Si no era superficial pues se sanea (recorta) y se pone un parche, preferentemente por dentro, y remachado (cabeza avellanada para que no sobresalga del revestimiento).
Es muy difícil de cosechar lo que lo hace bastante caro pero su color (un negro purpúreo) y su sutil sabor avellanado lo hace muy indicado para un plato especial.