El veterinario punzó esta inflamación el día que fueron retiradas las suturas y extrajo líquido (agua-sangre), su pata desinflamo y empezó nuevamente a caminar.
Vimos entonces que traiba una herida juerte en el pecho; la sangre le encharcaba y ennegrecia un lengue punzó que antes no le oservé, porque lo tapó la chalina.