Frente a él avanza un tipo de chaqueta de cuero café y camisa de cuadros metida dentro del pantalón, motilado con la cuchilla número dos de la maquinita.
Caminé por unas aceras que desconocía, en medio de personas apuradas y temerosas que, como yo, tendrían que motilarse cada tanto en vaya a saber qué sitios.